En la madrugada del 31 de diciembre de 1936 al 1 de enero de 1937, moría don Miguel de Unamuno. Ya hace tiempo que no existen unamunos que logren despertarnos.
A su muerte, Antonio Machado escribió: «Señalemos hoy que Unamuno ha muerto repentinamente, como el que muere en la guerra. ¿Contra quién? Quizá contra sí mismo; acaso también, aunque muchos no lo crean, contra los hombres que han vendido a España y traicionado a su pueblo. ¿Contra el pueblo mismo? No lo he creído nunca y no lo creeré jamás».